top of page
  • White Twitter Icon
  • White Instagram Icon

228 historias en peligro de extinción

  • Foto del escritor: Elena Hita Piera
    Elena Hita Piera
  • 25 mar 2020
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 22 abr 2020

Reportaje sobre los comercios centenarios de la ciudad de Barcelona. Fotografías propias

Estatua femenina de fundición en la Cerería Subirà

Este reportaje ha sido publicado en el portal de viajes Tuaventura


Con más de un siglo de historia, algunos de los comercios de la capital catalana constituyen auténticos patrimonios emblemáticos que, con sello propio, batallan en la actualidad por seguir siendo testigos silenciosos de la memoria histórica, a pesar del olvido y el deterioro que inevitablemente conlleva el paso del tiempo.


Aquella época dorada para el comercio local


La Ciudad de los Prodigios, como denominó Eduardo Mendoza a Barcelona, se ha caracterizado a lo largo de su historia por poseer un modelo de negocio característico con establecimientos que lo han constituido durante más de cien años. Se trata de los actualmente catalogados como comercios centenarios, aquellos que compartieron un tiempo con la época dorada de Barcelona y que fueron testigos de la presencia de Hemingway, Lorca o Antonio Machado. Hoy en día, luchan por sobrevivir en un mercado local estructurado a través de tres ejes problemáticos: el modelo turístico, la homogeneización del comercio por las grandes empresas internacionales y el aumento del precio de los alquileres.

Joan Subirà trabajando en el obrador, 1956 / Imagen de archivo de la Cerería Subirà

Como otras grandes urbes europeas, la Ciudad Condal está sufriendo las consecuencias que la globalización ejerce sobre las ciudades. Según el último Barómetro Semestral de Barcelona (diciembre 2018), el turismo constituye el séptimo problema que destacan los barceloneses (5,2%) por debajo de las condiciones de trabajo. Los espacios, que se desdibujan y tienden a ser iguales, pierden autenticidad en forma de cadenas de comida rápida, tiendas de souvenirs o multinacionales textiles. Como consecuencia de ello, el comercio y la vida cotidiana de los barrios se ven afectados por la especulación en el mercado inmobiliario: estos lugares, concebidos exclusivamente como consumo turístico, inciden notablemente en el aumento desorbitado de los alquileres. Uno de los mejores ejemplos lo constituye la Plaza Sant Jaume , una de las más antiguas y representativas de la ciudad, el corazón del Barrio Gótico que ha reorientado sus comercios hacia el turismo: actualmente dispone de ocho establecimientos comerciales entre los que se incluyen las empresas Pans And Company, Costa Coffee o el supermercado Simply entre otros.


Ya en 2014, el diario norteamericano The New York Times alertaba en un artículo del cierre de tiendas históricas en el centro de Barcelona. La noticia recogía testimonios como el de Josep Maria Roig, dueño de la pastelería La Colmena fundada en 1872 que denunciaba “una pérdida criminal del patrimonio de una ciudad” que estaba “desapareciendo bajo marcas internacionales y perdiendo su historia“, así como un aumento del alquiler de 1.000 a 7.500 euros.


Esta pérdida está representada en el cierre de comercios como El Indio, abierto desde 1870 y desaparecido en 2014 o la sastrería Delofeu, fundada en 1918 y sustituida en 2015 por el Costa Coffee de Sant Jaume. Ambos finales fueron a causa de la reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que a partir del 1 de enero de 2015 supuso el fin de los contratos de renta antigua para los locales comerciales.


Plan de protección

En 2015 el ayuntamiento de Barcelona elaboró un listado de comercios a proteger, el Catálogo de Protección del Patrimonio Artístico, Histórico, y Paisajístico de Establecimientos Emblemáticos donde se incluían 228 locales. Este elenco proponía tres categorías en función del valor patrimonial, la época o el estilo de cada comercio: establecimientos de gran interés (E1) , que conservan la mayoría de los elementos patrimoniales (32 en total), los establecimientos de interés (E2), que poseen elementos patrimoniales de interés singulares pero que han sufrido intervenciones y modificaciones y, por último, los establecimientos que contienen elementos de interés paisajístico.

El periodista Rafa Burgos explica la historia de la Cerería Subirà en la ruta organizada por Els Amics de la Rambla

En la calle Llibreteríes uno puede comprender que todas estas historias necesitan mucha luz para seguir siendo visibles. Prueba de ello es la cerería Subirà, fundada en 1761 en la sede de una antigua tienda de tejidos denominada La Argentina. Sus dos estatuas femeninas de fundición iluminan y flanquean la historia de esta auténtica superviviente del sector de la cera que aún conserva intactas numerosas lámparas de gas. Esta iluminación, que sirve de guía para apreciar los detalles e interiorizar el concepto del transcurso del tiempo, también incluye el concepto de ilusión. Cruzando la Via Laietana, hacia la calle Princesa un renombrado Joaquim Partagàs ha dejado su huella en la que es considerada la tienda más antigua de magia del mundo y el primer negocio de España dedicado al ilusionismo, el denominado Rey de la Magia (1881), donde se ven objetos especializados en ilusionismo y se imparten cursos de magia para niños y adultos. Sin embargo, el Teatro Museo de Urquinaona que poseía el mismo negocio desde hace 16 años, en 2018 realizó su última función debido a la falta de financiación pública. Esta ilusión sigue presente en el barrio gótico, en la calle Rauric, donde un Picasso de cartón piedra invita a descubrir el único negocio que se dedica a producir y vender los famosos gegants de la ciudad, El Ingenio que a sus181 años de edad ya ha sobrevivido a dos cierres. Sus moldes de figuras míticas del románico catalán siguen ilusionando a todos los barceloneses que pueden ver todo tipo de artículos relacionados con la diversión, la magia y las bromas. De hecho,el poeta catalán Joan Brossa, autor del poema urbano Barcino (ubicado físicamente en Plaça Nova), enamorado de la tienda, le regaló otro poema visual conocido como Letras Gimnásticas. Entre otros de sus clientes se encuentran Salvador Dalí, la compañía de teatro catalana Els Comediants o el Cirque du Soleil.


El historiador Rafa Burgos explica la historia de El Ingenio en la ruta organizada por Els Amics de la Rambla

Siguen siendo muchos los detalles que delatan los grandes contrastes de Barcelona y que cuentan el paso de grandes escritores y artistas. De camino a la calle Dulcinea aparece una fachada con un gran círculo grabado, apreciable para aquellos más observadores, que reproduce una biblioteca de un convento. Esto se debe a que entre 1591 y 1700 estuvo activa la Imprenta Cormellas,donde Cervantes y Saavedra acudieron en 1605 mientras escribían la segunda parte del Quijote. Hoy en día, es un comercio regentado por una familia oriental. En la misma calle, donde se encuentra la tienda Don Mineral, en el último piso tuvo su primer despacho de arquitecto el excepcional representante de Barcelona, Antonio Gaudí. Entre las calles Banys Nous y Avinyó se encuentra otro establecimiento emblemático,la Sombrerería Obach (1924) donde Picasso reconoció haberse inspirado en su experiencia con las prostitutas de la zona para pintar una maravilla titulada Las señoritas de Avignon.


Figura de Picasso en El Ingenio

Marionetas en El Ingenio

Los 228 comercios centenarios de Barcelona intentan sobrevivir en el ambiguo concepto actual de progreso. ¿Tienen cabida en una sociedad centrada en la mejora tecnológica y en la obtención del máximo beneficio económico? ¿Las grandes marcas internacionales acabarán por sustituirlos completamente? ¿Se podrá frenar esta innegable pérdida de identidad? Quizás, después de tantos años, desgraciadamente se vean sujetos a compartir con el ser humano su condición principal de temporalidad, en su ser y en su hacer. Todo dependerá de las prioridades de los locales y de lo que las instituciones elijan para no poner en peligro de extinción 228 historias centenarias.

コメント


Elena Hita Piera ©2021
bottom of page